Muchas veces, cuando nuestros hijos sienten malestar, recurrimos a las infusiones, como hacían nuestras abuelas o madres con nosotros. Y es que el poder calmante de la naturaleza, se encuentra concentrado en las infusiones.
Una de las preguntas que se suelen hacer los padres es a qué edad es recomendable incluir las infusiones como complemento alimenticio. Los expertos señalan que la edad para empezar a consumir infusiones es a partir de los 4 meses.
Algunas plantas, en pequeñas dosis, se pueden introducir a la vez que se introducen otros alimentos más variados en la dieta.
Cuando nuestros niños tienen problemas de cólicos o dolor de barriga, nuestra mejor aliada es la manzanilla. Una taza de esta infusión ayudará a calmar los espasmos estomacales e intestinales.
El anís verde es otro buen aliado contra los dolores de barriga y es excelente para favorecer la eliminación de los molestos gases.
La manzanilla, junto con la melisa y el anís, son unos maravillosos digestivos, así que no hay nada más natural para calmar las malas digestiones de los más peques, así como la hinchazón provocada por los gases.
Si a nuestros niños les cuesta conciliar el sueño, no hay nada como una infusión de hierbaluisa, tila o melisa, antes de acostarse. Se relajarán y dormirán toda la noche.
Contra los resfriados nos ayudará el tomillo, un maravilloso expectorante, que favorecerá la respiración y la eliminación de moco.
Y, por último, una de las cuestiones que más se plantean los padres es el consumo del té en los niños. El té, en sus variedades blanco, negro, rojo y verde, contiene teína, por lo que no es recomendable para el consumo infantil. Sin embargo, existe el rooibos que aporta beneficios similares al té y además no contiene teína. No te compliques con las mezclas y cantidades. Existen infusiones especialmente pensadas para el paladar de los niños para aliviar sus malestares, como las Helps Kids. Tus hijos podrán disfrutar de las mejores infusiones, de forma fácil y segura.