Si tienes la oportunidad de viajar a Inglaterra, sabrás que tomar el té de las cinco es toda una institución en ese país.
En el post de hoy, te contamos de dónde es originaria esta tradición y por qué deberíamos incorporarla nosotros también.
Los británicos son grandes consumidores de té. Desde el desayuno, comienzan con esta bebida, que van repitiendo a lo largo de los distintos momentos del día. Pero, ¿de dónde procede la costumbre del té de las cinco? Te lo contamos… El té llegó más tarde a Inglaterra que a otras zonas de Europa, pero, sin duda, es en este reino donde verdaderamente ha tomado mayor fuerza y arraigo.
Los británicos no pueden vivir sin esta bebida y así se lo han hecho saber al resto del mundo. Como numerosas costumbres, la idea del conocido como “afternoon tea”, surge en la aristocracia. Fue la VII duquesa de Bedford, Lady Anna María Stanhope, durante el siglo XIX, la que lo inventó.
Durante aquellos años, era normal hacer sólo dos comidas al día: el desayuno y la cena. Después, se incorporó el lunch para no pasar tantas horas sin consumir alimentos, desde la primera comida del día hasta la última. Sin embargo, un día, Lady Anna, realmente hambrienta, pidió a sus sirvientes que le preparasen una taza de té y unas pastas a las cuatro de la tarde. Le gustó tanto esta idea de la merienda, que empezó a llamar a sus amistades para charlar e invitarles a lo que ya había nacido como el té de las cinco.
Una de sus ilustres invitadas fue la reina Victoria, a la que la idea le encantó y decidió incorporarla a palacio y convertirlo en toda una institución. El “afternoon tea” se acompaña de sandwiches salados de pepino, de salmón, de jamón, de huevo, … Después, deliciosos pastelitos dulces y, por supuesto, no pueden faltar los famosos scones, unos bollitos que se parten por la mitad y a los que se añade mantequilla y mermelada. Recuerda que el té de las cinco no sólo es una merienda, es un acto social con el té como hilo conductor. Podríamos decir que, para un inglés, el té contiene propiedades mágicas porque siempre que hay algún problema, todo parece solucionarse. Si un inglés te ofrece un té, no sólo te está ofreciendo una bebida de cortesía, te está ofreciendo su amistad. Y por supuesto, cualquier momento es bueno para tomarse uno.
Si te vas a preparar una taza de té, ¡no olvides invitar siempre a tus amigos para celebrar juntos un buen “té de las cinco”!