Beneficios
El té matcha tiene un alto contenido en antioxidantes.
Los antioxidantes son compuestos que su misión es prevenir la oxidación combatiendo los radicales libres, responsables de que nuestra piel envejezca y se degraden las células. Estos ayudan a rejuvenecer la piel, colaboran en mantener los niveles justos de colesterol y baja los niveles de azúcar en sangre y esto nos lleva a combatir la obesidad
Historia
El té molido matcha tiene su origen en la China de tiempos de la dinastía Song.
En el año 1191, el monje budista Eisai trajo el té molido al Japón, con la introducción del budismo (Zen). Con el tiempo, el té molido fue desapareciendo en la China, sin embargo, arraigó en el Japón gracias a las costumbres de los monasterios budistas. Más tarde, las clases altas de la sociedad japonesa adoptaron este té, entre los siglos XIV y XVI.
En la actualidad las regiones productoras del Matcha son Uji en Kioto.
Elaboración
La preparación del matcha comienza varias semanas antes de su cosecha. Primero se cubren las plantas del té para ocultarlas del sol. De esta forma se retrasa su crecimiento y se crea un color verde más oscuro en las hojas. Con este proceso el té gana en aminoácidos, creándose así un té más dulce.
Tras la cosecha, las hojas se colocan en una superficie plana para su secado. El resultado se llama "tencha". Se les retira el tallo y las venas antes de molerlas hasta conseguir una textura de polvo fino como el talco, de un verde intenso, conocido como "matcha".
Solo el "tencha" molido produce matcha.
El sabor del matcha depende de sus aminoácidos. Las mejores calidades tienen un sabor más dulce y más intenso. Las variedades más corrientes se obtienen de las últimas cosechas de la temporada.
Preparación en infusión
Antes de servirlo, se pasa el matcha por un colador muy fino para eliminar los grumos, ayudándose con una espátula de madera.
En la ceremonia japonesa del té, el matcha colado se deposita primero en un recipiente llamado "chaki".
Con una cucharilla especial de bambú llamada chashaku se pone una medida (una cucharadita) en el cuenco de té (llamado chawan). Se añade un poco de agua a unos 85ºC de temperatura. A continuación, se agita la mezcla rápidamente con la brocha de bambú llamada chasen hasta lograr una consistencia espumosa en la superficie. Se suele tomar sin ningún añadido, completamente natural, aunque existen variantes. Una de ellas es el famoso 'matcha latte', con leche.
Tradicionalmente, se sirve acompañado de un dulce llamado wagashi.
El "Usucha", o té ligero, se prepara con media cucharadita de matcha y unos 75 ml de agua caliente, creándose un té más ligero y algo más amargo.
Para el "Koicha", o té espeso, se emplea más matcha (hasta seis cucharaditas en un cuenco agua) y se remueve la mezcla más lentamente produciendo una mezcla más espesa, sin espuma, y que resulta más dulce. El Koicha se sirve principalmente en las ceremonias japonesas del té.